En Portada | Issue 17
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Mariela Ocañas. Tejer para no olvidar: identidad, pausa y territorio

Mariela Ocañas. Tejer para no olvidar: Identidad, pausa y territorio
Realización y texto Marie Anne A. | Julio 2025
En esta edición de VOCES, tejemos con hilo fino y mirada firme la historia de Indigna, el proyecto textil fundado por la artista Mariela Ocañas, que resignifica la identidad del norte de México a través del crochet y el bordado artesanal.
Lo que comenzó como una inquietud íntima por transformar prendas y reconectar con lo hecho a mano, ha evolucionado en una marca que desafía la lógica del consumo rápido con sombreros únicos, tejidos a conciencia y cargados de memoria afectiva. Desde su casa-taller hasta el sueño de una concept store en CDMX, Mariela le da forma a una estética que es tan regional como contemporánea.
En esta conversación, nos habla sobre el origen personal de su práctica, el poder de lo lento, y cómo cada pieza que crea es una extensión de quienes la usan. Entre hilos, colores y símbolos cotidianos, Mariela nos recuerda que el arte de vestir también puede ser un acto de pertenencia, resistencia y ternura.

Marie Anne: ¿Cómo nació Indigna y qué historia personal o inquietud te llevó a crear un proyecto enfocado en el crochet y el bordado artesanal?
Mariela Ocañas: Indigna nació hace algunos años como un proyecto de upcycling, transformando ropa para darle una segunda vida. Pero hace unos meses, la marca tomó un nuevo rumbo y se convirtió en un espacio dedicado a los sombreros tejidos a crochet.
Aprendí a tejer hace varios años, pero al principio lo hacía solo para mí. Pasaba horas creando prendas que me hacían sentir bien, que me conectaban conmigo misma. Siempre he sido una chica de sombreros —la gente me reconocía por eso—, y un día, sin pensarlo demasiado, se me ocurrió intervenir uno con tejido. Me encantó el resultado. Desde entonces empecé a experimentar, a perfeccionar la técnica, y cuando sentí que finalmente había creado una pieza con intención y calidad, decidí compartirla. Así comenzó esta nueva etapa de Indigna.
MA: Tus piezas, especialmente los sombreros, tienen un estilo muy marcado y evocan elementos del norte de México. ¿Qué papel juega la identidad regional en tu trabajo?
MO: La identidad regional tiene un papel fundamental en mi trabajo. Indigna toma muchas referencias de México, especialmente del norte, que es donde crecí y lo que forma parte de mi cotidianidad. Los sombreros siempre han sido parte de mi identidad personal. Incluso antes de comenzar a hacerlos, la gente me ubicaba por usarlos constantemente.
Por eso, cuando empecé a intervenirlos con tejido, fue muy natural que emergieran estas referencias a lo regional y a lo mexicano. Me interesa que cada pieza lleve un pedacito de eso: de lo que somos, de lo que vemos todos los días, pero reinterpretado desde una mirada íntima y personal.
MA: Indigna trabaja bajo un enfoque de slow fashion. ¿Qué significa para ti crear desde la pausa y la conciencia, y cómo lo vives en lo cotidiano?
MO: Para mí es fundamental despertar una consciencia más amorosa y responsable sobre cómo consumimos. En un mundo donde lo rápido y lo masivo han tomado protagonismo —donde plataformas como Shein o Temu nos empujan a comprar sin pensar— siento la necesidad de recordarnos lo hermoso que es ir despacio.
No deberíamos perder el valor de las piezas hechas con tiempo, con dedicación, a mano. Eso es lo que busco compartir con Indigna: no solo prendas, sino un llamado a volver a lo esencial.

MA: ¿Cómo es tu proceso creativo al desarrollar nuevas piezas? ¿Qué te inspira a la hora de elegir colores, formas o mensajes?
MO: La inspiración viene de muchos lugares, pero sobre todo de lo que me rodea y me conecta conmigo misma. Me inspiran los colores vibrantes de México, las artesanías tradicionales, los objetos que encuentro en casa de mi abuela: vajillas antiguas, un florero viejo, una servilleta bordada. Todo lo que tenga una historia, un vínculo emocional, se vuelve un punto de partida.
MA: En una era digital donde todo parece masivo e inmediato, ¿cómo logras conectar con tus clientas y mantener una comunidad fiel desde lo hecho a mano y por encargo?
MO: En Indigna creemos que es esencial mostrar el valor real de lo que hacemos. Nuestras piezas no se producen en masa ni siguen una fórmula repetida. Cada sombrero es único, y por eso tenemos una política muy clara: no replicamos diseños.
Creemos en el valor de lo irrepetible, de lo que no se vuelve a hacer igual. Algo que nuestras clientas han comprendido muy bien —y que valoramos mucho— es que cada pieza lleva tiempo, cuidado y dedicación. Parte de ese proceso lo compartimos siendo transparentes: en cada pedido incluimos una tarjetita donde detallamos cuántas horas tomó hacer ese sombrero. Nos gusta que nuestra comunidad sepa que detrás de cada prenda hay trabajo, paciencia y muchas ganas de hacer algo especial.

MA: ¿Qué sueñas para el futuro de Indigna y qué te gustaría que las personas sintieran al usar una de tus creaciones?
MO: Me encantaría que cuando alguien se ponga un sombrero de Indigna, lo sienta como una parte de sí misma: como una extensión de su personalidad, de su estilo. Para mí, eso es lo más bonito de crear: que algo se vuelva significativo para quien lo usa. Pensando a futuro, sueño con abrir una concept store en Ciudad de México, y luego llevar Indigna a alguna ciudad de Estados Unidos. También me gustaría participar en eventos de moda, y que poco a poco se vuelva algo común ver a personas usando nuestros sombreros en la calle, en un café, en una fiesta. Que Indigna se sienta presente, viva, y parte del día a día.